Hace dos años, el movimiento independentista les elogiaba como héroes. Ahora se les considera villanos. Los Mossos d'Esquadra afrontan el rechazo de un sector soberanista. Su actuación de firmeza frente a los incidentes de la semana pasada, eliminó barricadas en la calle pero levantó otras en el parlamento catalán. El propio presidente de la Generalidad, Quim Torra, ha pedido investigar la actuación policial.
Lo hace a pesar del malestar de los propios Mossos y de la una fractura que también se ha extendido al seno del gobierno catalán. El respaldo del conseller Miquel Buch a los Mossos ha provocado peticiones de dimisión.
Lo cierto es que tanto los Mossos como la Policía Nacional rebajaron el nivel de intervención a partir del sábado pasado, cuando centenares de personas se interpusieron como escudos pacíficos entre los antidisturbios y los violentos. Este fin de semana puede ser otra prueba de fuego para ambos.