En Bangladesh la tragedia de las niñas y adolescentes obligadas a casarse con hombres a los que ni siquiera conocen son frecuentes en el mayor campo de refugiados del mundo, Kutupalong, el cual contuvo 626.000 refugiados en 2018.
A pesar de la prohibición legal, la costumbre y el hambre hacen que en los campos de refugiados las niñas sean obligadas a casarse en contra de su voluntad. Preparan una fiesta que termina cuando ellas tienen que ser llevadas a la ceremonia, a veces incluso a rastras.