Violeta pinta con papeles que visten y desvisten a los protagonistas de 16 cuadros imprescindibles que todo niño debería conocer.
Parecen haberse caído de los solemnes marcos de El Prado para llenarse de colores, texturas y formas, que ayudan a que los más pequeños reconozcan una parte de la pinacoteca y la disfruten.
Papeles de todo tipo que incluso son capaces de alegrar al mismísimo Greco. Dice Violeta que ella no toma las decisiones, que son los propios cuadros los que deciden cómo vestirse.
Brocados y telas cortesanas para Isabel de Valois; transparencias para Judith, papeles vegetales para El Bosco… El libro invita a jugar, a buscar pistas escondidas en los dibujos, a descubrir lo escondido.... Y reivindica para la mujer un papel más activo.
Porque en todo el Museo del Prado solo hay 4 cuadros expuestos pintados por mujeres.