Dos días antes de decretarse el estado de alarma en marzo, los policías locales de Rivas tenían una orden: no utilizar mascarilla en público, salvo con casos positivos de Covid. Pero el oficial Arturo Ojer se negó a pedirle a sus agentes que no se protegieran. Una petición que lanzó en un email a sus superiores y a toda la plantilla. Por ello, y tras abrirle un expediente disciplinario, le piden tres años y cuatros meses de suspensión de empleo y sueldo.
Todos los agentes de Rivas han decidido protestar elevando un escrito al jefe de la policía local para pedir que retire una sanción que califican de absolutamente desproporcionada, mientras desde el ayuntamiento prefieren no hacer declaraciones hasta que acabe el proceso.
Tampoco quieren hablar desde Izquierda Unida de Rivas, que han denunciado que tras salir a la luz el caso, han sido víctimas de una campaña de acoso y amenazas de la que se desvinculan los agentes y los sindicatos policiales.