Forman parte de una iniciativa pionera en el mundo. Cada pieza de carne que se consiga de estos animales irá identificada por un código QR con el que el consumidor final sabrá exactamente su origen y trazabilidad.
Una forma de evitar fraudes, fomentar la calidad alimentaria y acercar la granja a la mesa.
De abuelo y padre ganaderos Miguel Ángel continúa con la tradición familiar. Una tradición marcada por una diferencia, en forma de QR.
Vida monitorizados por GPS
Y es que estos bueyes han pasado su vida monitorizados por GPS. Y ahora todo lo tenemos al alcance de nuestra mano y de nuestra mesa.
Una empresa madrileña ha puesto este proyecto en marcha en 40 ganaderías de toda Europa, una de ellas, y la primera en ofrecerla al consumidor, está nuestra sierra de Guadarrama.
Una tecnología que nos garantiza que no nos den gato por liebre ni vaca por buey.