El panorama no ha cambiado demasiado fuera de la capital. Humanes es una de las zonas con medidas especiales de contención de la epidemia.
Allí, en su campo santo los vecinos han querido recordar a los suyos pero siguiendo estrictamente las normas de seguridad.
Un Día de Todos los Santos atípico con escasa afluencia en los cementerios madrileños.
Mucha gente ha decidido dejar sus visitas para otros días y ha cambiado la duración de las visitas.
En esta ocasión todo el mundo prefiere venir y quedarse poco tiempo por cuestiones de seguridad.
Estrictas medidas de seguridad
No se permite compartir utensilios con otros visitantes para arreglar la sepultura.
“Este año está muy vacío, otros años hay más gente” reconoce uno de los vecinos.
“Más control, nos miden la temperatura y el gel para todo el mundo” nos dice otra.
Muchos han decidido esperar pero todos han decidido cumplir a rajatabla con las medidas de seguridad.