En Talamanca del Jarama están restaurando una parte de la muralla musulmana después de que se descubrieran siete nuevos torreones. Se trata de uno de los pocos recintos amurallados que hay en la comunidad.
La Dirección General de Patrimonio cultural inicia las obras de consolidación del tramo norte de la muralla y tapia de La Cartuja de Talamanca de Jarama, una joya del siglo XI.
El recinto amurallado se transformó, desde el año 860, en un antiguo poblado visigodo.
Declarada Bien de Interés Cultural en 1931, la muralla de Talamanca del Jarama fue levantada en la época musulmana, cuando en el siglo IX el antiguo poblado visigodo, posiblemente de Mantua, se convierte en la ciudad-fortaleza de Talamanca, tras la llegada de Muhammad I al emirato (852-856).
Sobrevivió a seis destrucciones
Talamanca quedará junto con Madrid como bastión adelantado para la defensa de Toledo y Alcalá. Esto hace que sufra continuas contiendas, durante las cuales sus murallas sufrirán los daños propios de estas invasiones. Así, existe constancia de destrucciones en los años 861, 878, 939, 1047, 1050 y 1062. En 1086 las villas y aldeas dependientes de Talamanca pasarán definitivamente a manos cristianas.
Después de la batalla de la Navas de Tolosa, en 1212, Talamanca no sufrirá más ataques y pasará a pertenecer al Arzobispado de Toledo, momento en el cual se realizarán en la muralla numerosas e importantes obras bajo las órdenes del Arzobispo de Toledo, Jiménez de Rada.
En 1574, Felipe II obtendrá la bula del Papa Gregorio XIII, por la cual Talamanca dejará de pertenecer al arzobispado de Toledo para pasar a la Corona.
Lamentablemente, la muralla de Talamanca no ha llegado a nuestros días completa en todo su trazado, conservándose, únicamente, algunos tramos.