San Lorenzo de El Escorial se vuelca con las cigüeñas y con sus crías. Han tapiado el edificio en el que anidaban, porque era peligroso, ya que el peso de los nidos podía hacer que la construcción, declarada en ruinas, se viniera abajo.
El edificio es histórico, por lo que en la región pretenden conservarlo. Los propietarios han ideado una ingeniosa idea para que las cigüeñas puedan vivir sin dañarlo: unos postes diseñados para que los animales puedan establecer sus nidos.
Se trata de un ejemplo perfecto de como la naturaleza se puede integran con la humanidad y sus creaciones a la perfección. Ahora, las cigüeñas pueden cuidar de sus crías sin mayores sobresaltos.