Olores, ruidos, humo y ocupación del espacio en las aceras. Son los problemas que, según los vecinos, provocan, a diario, las llamadas cocinas fantasma. Hoy decenas de personas se han movilizado contra ellas.
Son vecinos de Arganzuela que aseguran que están en juego la seguridad y la salud de 900 menores y miles de familias. Denuncian que esas cocinas se encuentran junto a un colegio y en una zona residencial. Este lunes van a presentar sus sugerencias al Ayuntamiento de Madrid para que la nueva normativa pise el acelerador.
Desde julio, sobre la mesa, lo que hay son recomendaciones y un bloqueo a la concesión de nuevas licencias. Pero este tipo de locales se siguen abriendo porque alguno de ellos tienen concedida esa licencia previamente.
Por ello, los vecinos denuncian que la situación es insostenible, al tener que aguantar ruIdo y olores en sus viviendas las 24 horas del día.
En el caso de las cocinas fantasma del barrio Arganzuela afectan al colegio Miguel de Unamuno, donde estudian 900 menores y cuyo patio de recreo está justo al lado de las chimeneas.