Una nueva prótesis desarrollada en Polonia se ha convertido en toda una revolución. Está fabricada con una impresora 3D, siendo más ligera que las convencionales. La pueden usar tanto adultos como niños.
En el caso de Ola, de tan solo dos años, nació sin el antebrazo derecho, aunque no le impide llevar una vida como la de cualquier niña de su edad gracias a esta prótesis con pulgar oponible.
Pesa casi 4,5 kilos menos que las tradicionales
La ventaja de estas prótesis es su ligereza, cuenta su inventor. Pesan unos 500 gramos frente a los cinco kilos o más de las tradicionales, por lo que sus usuarios las pueden llevar todo el día puestas. La idea se le ocurrió tras perder el brazo en una pelea de bar, cuando trataba de evitar que apuñalaran a una amiga.
Desde 2017, y con una impresora 3D, saca unas 100 prótesis al año para clientes de todas las edades. El más joven hasta el momento tiene tres meses.