El Campo de Concentración de Stutthof, en el norte de Polonia se inauguró el 2 de septiembre de 1939 y fue el primero que se instauró fuera de Alemania.
Por estas instalaciones pasaron unas 110.000 personas y cerca de 65.000 prisioneros perdieron la vida aquí, aunque es imposible conocer la cifra exacta ya que no existen apenas registros de las millones de personas que fueron asesinadas en los campos nazis.
Aquí los nazis retenían a las personas por diversas causas como ser judío, gitano, discapacitado y hasta homosexual.
Uno de los lugares más impresionantes de este campo de concentración es el barracón que contiene una montaña con los miles de zapatos de los prisioneros, incluidos niños, que eran despojados de todo lo que tenían a su llegada tras ser capturados.
También se puede ver dónde comían el poco alimento que les daban, las literas donde dormían hacinados hasta cinco personas por camastro y la cámara de gas donde, finalmente, eran asesinados.