Basura acumulada fuera de los contenedores, un desagradable olor a orina y ruidos constantes.
Con eso tienen que convivir las 24 horas del día los vecinos de la parte trasera del mercado de San Miguel.
No sólo los vecinos se quejan de esta situación, los comerciantes se unen a la denuncia.
En varias ocasiones se han comunicado con el ayuntamiento y no les han dado una solución.
Ante esta denuncia vecinal, el ayuntamiento responde.
Todos coinciden en la solución. Ahora es el ayuntamiento el que deberá tomar una decisión que haga un poco más agradable la vida de los vecinos.