Un ecléctico piso de Chamberí con influencia del Art Decó
Con múltiples piezas de colección en cada habitación hasta un soldado imperial de 'Star Wars'
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid
REDACCIÓN
En el programa 30 de ‘Toc toc… ¿se puede?' comenzamos visitando un elegante y vanguardista piso de 200 metros cuadrados con influencia de Art Decó en la zona más noble del distrito de Chamberí. Nuestra reportera Sara Poza recorre con Elena, la dueña del piso, todas las habitaciones en las encontramos desde una escultura de alabastro ensangrentada a una figura a tamaño real de un guardia imperial de ‘Star Wars’. La guinda del pastel es la enorme cocina que tiene todo integrado y alguna puerta secreta.
En Chamberí se encuentran algunas de las calles más elegantes de Europa. Algunos pisos parecen auténticos palacetes. En el piso que visitamos la estructura ha sido completamente cambiada. El hall por donde entramos era especialmente grande, demasiado incluso. Se diseñó con los muros de carga una entrada-museo con un par de obras de arte contemporáneo de Manuel Franquelo-Giner, quien participó en la exposición de ARCO 2019.
Una de ellas, ensangrentada, está creada con alabastro. Pretende simbolizar el dolor y sufrimiento de las personas que emigran a otro país. El material se trata de una variedad del yeso, fácil de tallar en formas muy elaboradas. También cuelga en estas paredes un cuadro de un mosquito aplastado: ‘One milligram’, del mismo autor.
Un soldado imperial de 'Star Wars' en el salón
El salón está dividido en dos ambientes. La primera es una zona de descanso, en la esquina nos sorprende un molde original de 1976 de stormtrooper de la saga de ‘Star Wars’, que puede alcanzar a venderse por 7.000 euros. Elena nos confiesa que es un poco friki y le encantan estas cosas. Al lado, un periscopio-lámpara de André Ricard llamado Tatu, con un precio de 395 euros. En este espacio se puede descansar en las butacas retapizadas con un plumaje de pavo real. Nos cuenta que en su casa pueden decorar piezas con un valor de entre 4.000 y 8.000 euros.
El otro ambiente funciona como zona de reunión con los sofás enfrentados. Destaca un imponente espejo isabelino comprado en el Rastro que, mezclado con unos sofás nórdicos y una alfombra bereber, otorgan a este ecléctico espacio una armonía perfecta. Y es que Elena sabe cómo combinar tan bien porque trabaja en el estudio de arquitectura Viteri Lapaña, con el que ha diseñado íntegramente todos estos espacios. Con tanto espacio en el salón, nos preguntamos, ¿y la televisión? No era su sitio, así que se trasladó a la cocina.
Volvemos al hall para observar unas puertas deslizantes que dan entrada a un comedor. Esta idea surge para poder celebrar cenas y cócteles y dejar todo abierto. Los paneles están inspirados en el Art Decó, el cual se caracteriza por el uso de la geometría y los colores fuertes y llamativos. Las puertas son de madera y no llegan a tocar al suelo, se encuentran suspendidas y se deslizan como correderas.
Desde aquí podemos acceder a la cocina, una gran isla con muebles panelados y paredes con estampados florales. Está diseñado para ver los menos aparatos electrónicos posibles. ¿Y la campana? Descubrimos que la vitro la tiene incorporada con filtros de carbono para evitar tener un extractor en el techo. Entre los paneles, descubrimos una puerta secreta que nos lleva a la zona privada de las habitaciones.
El baño principal está hecho de mármol griego, con la cabina del inodoro separada con una lámpara kitsch, una herencia de la familia. Los lavabos están diseñados con un diámetro perfecto para ser cómodos y no salpicar. Por su parte, la ducha cuenta con un rociador en el techo y un suelo de piedra natural que absorbe y expulsa calor desde abajo. Un lucernario artificial imita la luz natural desde el techo.
En la zona de dormitorio se aprecia una obra de arte en el cabecero que es escultura, pintura e iluminación al mismo tiempo. Lo más curioso son las mesas de noche, sustituidas por unos altavoces. Las cortinas, aunque no lo parezcan por lo pesadas que son, están hechas de un tejido de terciopelo. Para terminar, pasamos a su maravilloso vestidor, organizado según sus gustos.