En el programa 32 de ‘Toc toc… ¿se puede?’ comenzamos conociendo de la mano de Pablo Dorado el elegante dúplex de la diseñadora Teria Yabar en la plaza Guardias de Corps, en pleno centro de Madrid. Una vivienda de 2 alturas con acceso directo desde el portal a través de un ascensor privado. El piso es un despliegue de telas, muebles románticos, objetos singulares, y todo en un ambiente luminoso y parisino que incluye una bucólica terraza. Las vistas dan los tejados del Madrid antiguo, con la Torre de Madrid y el Edificio España de fondo. Hace 2 años compró todo el edificio y está totalmente restaurado, porque a pesar de estar protegido (una casa de 1880) estaba en muy mal estado.
Cambiamos de barrio y tipo de construcción acompañando a Sara Poza al corazón de Carabanchel. Allí visitamos la casa-taller del pintor y escultor Eduardo Barco. Una casa tan creativa como inesperada, con altísimos techos, mesas, sillas y muebles reinventados y hasta un patio de entrada que parece sacado de una película de Almodóvar. Dentro de los 240 metros cuadrados, el diseño interior, los 2 niveles de la vivienda y la decoración son tan originales y poco usuales como cabría esperar de una persona que usa la imaginación para crear.
Eduardo buscaba un lugar en el que vivir y trabajar sin demasiadas distracciones, pero al final compró un espacio y lo amoldó a sus necesidades. La casa presenta una locura creativa que encaja con el estilo de vida del anfitrión. Antes de ser reformada este espacio fue secadero de pieles y taller de madera. La primera sala está dividida en tres ambientes y en todos logra entrar mucha luz natural. La cocina es un espacio híbrido para cocinar y trabajar con obras que requieran de agua. El comedor lo preside una mesa con cristal, y en general los muebles están articulados con todo tipo de elementos que ha ido creando.
Salimos a las afueras de la capital para conocer un moderno y bien equipado chalé que visita nuestra compañera Esther Alcázar en Boadilla del Monte. La casa es un buen ejemplo de vivienda que puede ser espaciosa y hogareña al mismo tiempo. Todas las estancias son amplias, el mobiliario y los electrodomésticos son de última tecnología y la guinda del pastel es doble: el jardín con piscina y el enorme y luminoso porche con cerramientos de cristal y barbacoa incluida.
Localizada en una urbanización, cuenta con 300 metros cuadrados de espacio repartidos en dos plantas, un gimnasio y al menos 4 habitaciones. Chema, propietaria, lleva un año viviendo. Su salón tiene dos ambientes: como zona de estar y comedor. La reforma tiró un muro con chimenea para darle amplitud a toda la sala. Entre los muebles, unas estanterías con recuerdos de viajes de India o China y un sofá de decoración que no sirve para siestas.
En el porche intentaron traspasar el salón a la terraza con cerramiento para poder usarlo también en invierno y así seguir usando la barbacoa, aunque haga frío. Finalmente llegamos a su gimnasio privado. Si bien es cierto que la inversión inicial es alta, para quienes entrenan a diario sale más barato que pagar una cuota mensual.
Y nuestro último anfitrión es el actor Armando del Río, una cara conocida del cine y la televisión que le enseña a David Moreno su refugio en el castizo barrio de San Isidro. Su casa tiene 2 alturas, patio trasero y, a pesar de haberla remodelado por completo, conserva el aire rústico y desenfadado de las construcciones antiguas. Es una casa clásica remodelada para que la disfrute una pareja joven.