Vueltas para Chinchón, De la Calzada y Cirugeda ante una gran novillada de Baltasar Ibán en San Agustín de Guadalix

Baltasar Ibán lidió este sábado una gran novillada en San Agustín del Guadalix. Encierro encastado, que peleó con buen estilo en varas y que sacó nobleza, clase y buen fondo en el último tercio. Una novillada que aquilató con medida y justicia a los seis novilleros que se jugaban los tres puestos de la primera final del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid.

Álvaro de Chinchón lidió en primer lugar el animal de más temperamento y exigencia en primer lugar. Le costó al joven novillero limpiar los muletazos. El novillo se violentaba cuando tocaba el engaño y llegó a desarmarle en varias ocasiones. De mitad del trasteo para adelante hubo más conjunción y temple. Dio una vuelta al ruedo tras una petición insuficiente.

El segundo fue un buen novillo, fijo en el peto y con nobleza en el último tercio. El mexicano Rubén Núñez firmó un trasteo correcto en las formas pero de escasa conexión con los tendidos. Con la espada no lo vio claro.

Hasta la puerta de chiqueros se fue Jesús de la Calzada para recibirle de rodillas y de espaldas. Salvó en trance con apuros. Este de Ibán fue otro animal con nobleza, temple y profundidad en sus embestidas. El salmantino fue levantando una faena de conjunción creciente. Muy asentado, tiró con mando del novillo por ambos pitones. Pero erró con los aceros y se tuvo que conformar con la vuelta al ruedo.

Gustaron las maneras clásicas de Marcos del Rincón

En quinto lugar saltó un ejemplar que fue mal picado. Perdió las manos en un par de ocasiones tras su salida del peto, pero la encastada condición del utrero le permitió venirse arriba y terminar embistiendo con transmisión, humillación y clase. Gustaron las maneras clásicas de Marcos del Rincón, que dejó los momentos más brillantes de la tarde. Con un gran concepto del temple, desgranó tandas de gran sabor y ajuste tanto en redondo como al natural. Pero todo lo tiró por la borda al no estar acertado con la espada.

Pepe Luis Cirugeda conectó rápido con los tendidos al recibir al quinto a portagayola. También de hinojos fue el prólogo muleteril. El gaditano toreó con ligazón y largura, aprovechando las buenas embestidas de su oponente. Pinchó antes de la estocada que necesitó del descabello. Dio una vuelta al ruedo como premio.

Cerró el festejo un novillo de Baltasar Ibán que, aunque más medido de duración, también sirvió en el último tercio. Alejandro Chicharro quitó por gaoneras e inició su faena de rodillas tras varios estatuarios. Muy mandón, el novillero dejó tandas muy asentadas y de mano baja. Más conjuntado al natural, por donde llegaron los mejores muletazos. Tras media estocada previo pinchazo, fue ovacionado.