Dos menores -de 14 y 17 años- y un joven de 20 años acabaron a hachazos con la vida de Miguel Navarro, Maikel, en Castellón. Un plan perfectamente calculado para acabar con su vida. Tras la pista analiza su caso.
Los jóvenes, que llevaban más de un mes elaborando el macabro plan, quedaron con Maikel -al que debían dinero- en una casa para fumar. En cuento que Miguel Navarro llegó, empezaron a atacarle a hachazos: primero en la cara, luego en las manos, en la cabeza...
A pesar de ello, Maikel sigue respirando y los menores le ponen una bolsa en la cabeza atada al cuello para que la sangre no manche el lugar y para acabar con su vida. Aun así, no lo consiguen. Lo meten en una carretilla a un campo de naranjos y lo entierran aún vivo.