Investigadores del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague han desarrollado una nueva forma de crear memoria cuántica aprovechando Internet. Se trata de un pequeño tambor, visible a simple vista, capaz de alcanzar estados cuánticos.
Puede almacenar datos enviados con luz en sus vibraciones sónicas y luego reenviar los datos con nuevas fuentes de luz cuando sea necesario nuevamente.
Los resultados demuestran que la memoria mecánica para datos cuánticos podría ser la estrategia que allane el camino hacia una Internet ultrasegura con velocidades increíbles.
El tambor cuántico es una pequeña membrana hecha de un material cerámico similar al vidrio con agujeros dispersos en un patrón ordenado a lo largo de sus bordes.
Cuando el tambor se golpea con la luz de un láser, comienza a vibrar, y lo hace tan rápido y sin ser molestado que la mecánica cuántica entra en juego.
Esta propiedad ha causado revuelo desde hace tiempo al abrir una serie de posibilidades en la tecnología cuántica.
Ahora, una colaboración entre varias áreas cuánticas del Instituto ha demostrado que el tambor también puede desempeñar un papel clave para la red de computadoras cuánticas del futuro.
Al igual que los alquimistas modernos, los investigadores han creado una nueva forma de "memoria cuántica" al convertir señales luminosas en vibraciones sónicas.
Experimentos anteriores demostraron a los investigadores que la membrana puede permanecer en un estado cuántico que de otro modo sería frágil.
Y sobre esta base, creen que el tambor debería poder recibir y transmitir datos cuánticos sin que se "descohesionen", es decir, que pierdan su estado cuántico cuando los ordenadores cuánticos estén listos.