Esto es un día sí y otro, también. Es el despertador de los vecinos de la calle Mesón de Paredes, en pleno barrio de Lavapiés; gritos y peleas a las puertas de una discoteca clandestina oculta tras una tienda.
Hemos estado allí y la presencia de nuestras cámaras ha provocado que desalojen el local.
Los vecinos también denuncian que allí se vende droga. El local había solicitado licencia como club de fumadores, aunque se le había denegado.
Hemos hablado con unos chicos que han salido del local, con evidentes signos de embriaguez.
Los vecinos llevan dos años denunciando la situación. El local había sido clausurado, como decimos, desde el mes de junio. Pero la prohibición está claro que no ha surtido efecto.