Un exrey de los Latin Kings: "Tenías que estar dispuesto a todo para ascender, incluso a matar"

  • "En las calles de Madrid sigue la guerra entre las bandas de latin kings", dice

Una operación policial ha dado al traste con la intención de miembros de bandas latinas de tomar represalias por la reyerta ocurrida el pasado lunes.

Ha tenido lugar en varios distritos de la capital. Un hombre de 30 años ha sido detenido. Llevaba una pistola.

Buenos Días Madrid ha entrevistado a dos de los reyes de los Latin Kings y a una exmiembro de las trinitarias.

“Llegué a hacer mucho daño a muchas personas. Tuve a cargo a 32 personas como rey de los Latin Kings. Quieres más poder, que te tengan miedo y que los demás te teman. Para ser rey de los Latin Kings hay que tener mucha sangre fría”, asegura a Telemadrid este exrey de la banda.

“Para llegar a casa daba 30 vueltas por el barrio porque tenía la paranoia de que me iban a matar", asegura.

Además, reconoce que “siempre se usaban a menores de edad para echarles la culpa en las condenas. En las calles de Madrid sigue la guerra entre las bandas de Latin Kings”.

Salir es prácticamente imposible y estas bandas se convierten a una familia ausente. Los chicos que se refugian en la banda buscan una identidad.

“Nuestro objetivo era matar al mayor número de miembros de la banda rival, los Ñetas"

Otro de los reyes de los Latin Kings entrevistados reconoce: “lo más grave que he hecho es abrirles la cabeza con una piedra. Tenías que estar dispuesto a todo para ascender dentro de la banda, incluso a matar”.

“Consumía muchas drogas, marihuana, base de cocaína y las vendíamos para financiar la compra de armas de fuego, cuchillos y machetes en el mercado negro” afirma.

“Nuestro objetivo era matar al mayor número de miembros de la banda rival, los Ñetas. Llegué a ver a una persona morir y empecé a sufrir pesadillas e insomnio porque tenía esa escena en mi cabeza. Vi como recibía 20 puñaladas” asegura.

Otra de las personas entrevistadas por Buenos Días Madrid es una chica que estuvo en los Trinitarios.

“Cuando tenía unos 13 años me enamoré perdidamente de un miembro de ellos y pasé a formar parte de ellos. Mi papel era protegerlo, pasar información sobre las otras bandas, conquistar a los de las otras bandas", reconoce.

Una vida que llegó a seducirle hasta que no pudo aguantar más por las tropelías que tenía que cometer: "Al principio todo era emocionante, pero después me volví muy agresiva. La situación empeoró cuando una amiga mía fue apuñalada. Le robaba a los mayores y a los niños pequeños".

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