El Leganés ha encarrilado su permanencia en la categoría de plata del fútbol español con dos victorias en sus dos últimos partidos, coincidiendo con la presencia en el banquillo del entrenador Carlos Martínez tras la destitución de Imanol Idiakez.
Martínez, que dirigía al filial, fue la solución a la que recurrió el club en un principio para hacerse cargo del plantel, sin que su presencia fuese confirmada hasta final de temporada. Los buenos resultados cosechados en una situación muy delicada le han dado crédito para defender su condición actual.
El de Llerena, de 42 años, debutó en el cargo con un partido de gran presión en el campo de la SD Ponferradina. Situados los suyos solo cinco puntos por encima de los bercianos, una derrota les metía aún más de lleno en la lucha por el descenso. Ganar, en cambio, permitía respirar a un plantel que llegaba en una pésima dinámica.
Los leganeses sufrieron en El Toralín pero, tras aguantar el empate, lograron ponerse por delante en el tiempo de descuento gracias a un cabezazo del central Sergio González. Con ese gol el equipo rompía una dinámica que le había llevado a sumar solo siete puntos de los 36 precedentes, encadenando además cinco derrotas seguidas en las que únicamente había visto portería en una ocasión y de penalti.
Ligeramente aliviado, el Leganés tuvo la opción de dar continuidad a las buenas sensaciones con la visita del Villarreal B. De nuevo se repitió el patrón del triunfo con una diana en el descuento, este de la primera parte.
Su autor fue Jon Karrikaburu, delantero cedido por la Real Sociedad que había aterrizado en el mercado de invierno en medio de una gran expectativa, pero que no se había afianzado como titular con Idiakez. En esta nueva etapa, ha salido de inicio en ambos choques y ya se ha sacudido la frustración de no haber marcado hasta ahora.
No es el único futbolista que ha ganado protagonismo ya que otro "olvidados" previamente como el mediocentro Yvan Neyou y el defensa central Kenneth Omeruo también se han convertido en fijos en el once, pese a que la muestra es aún muy corta para sacar conclusiones. Además ha dado la alternativa al canterano Sergio Navarro.
La realidad es que Carlos Martínez ha caído de pie con el beneplácito de una afición que ya le coreaba en su época de jugador, cuando sumó más de 150 partidos oficiales de blanquiazul y logró el ansiado ascenso a Segunda de la 2013-2014 dirigido por Asier Garitano.
Si todo sigue la línea iniciada, estando el equipo a 10 puntos del descenso con 18 en juego, la permanencia será una realidad antes o después. Será el momento de hacer balance en los despachos y tomar decisiones acerca del proyecto del próximo curso. Cada partido es pues una oportunidad que tiene Martínez de reivindicarse.