La Selección española quería jugar al tiki taka, pero ha caído en su propia trampa. El equipo español tuvo mucha posesión ante Marruecos, más del 70%, pero era una posesión esteril.
Dio muchísimos pases, más de 1.000, pero nada de eso sirve si al final no remata a portería. Tan solo tres disparos entre los tres paños ante Marruecos.
Entre la afición ha desilusión, algunos culpan a Luis Enrique por convocar a jugadores muy jóvenes y otros por empeñarse en un estilo obsoleto. Aunque algunos otros le defienden.