Con la llegada del todo o nada en el Mundial de Catar, en unos octavos de final que España mide fuerzas ante Marruecos, Luis Enrique Martínez, seleccionador español, se mostró en estado puro, disconforme con las preguntas de la prensa española, rebelándose contra el negativismo de los análisis tras la derrota ante Japón y defendiendo el estilo de España que abanderará hasta su último día.
"Estamos muy bien, el rendimiento es notable alto o sobresaliente bajo. A excepción de diez minutos que Japón nos superó, que entiendo que es algo lógico y volverá a pasar, no tenemos la piedra filosofal y solo jugamos nosotros. Los rivales también juegan y estamos convencidos de que tenemos una gran oportunidad para lograr un gran resultado y pasar de fase. Es el objetivo", reivindicó, mostrando optimismo en su comparecencia en el centro internacional de prensa.
Luis Enrique reivindicó una idea futbolística por encima del resultado, consciente de que España es un país de extremos que pasa de la euforia a la negatividad con rapidez.
"Es una tendencia habitual, mirarlo todo muy negativo o muy positivo. Lo que menos me preocupa es el resultado. Parece una utopía pero me preocupa cero. Me preocupo en controlar las cosas que puedo como entrenador y le pido al jugador que se despreocupe porque si hace mas méritos que el rival normalmente se suele ganar. Si no da, felicitaremos a Marruecos y nos vamos para casa, no hay problema. El objetivo desde el principio es jugar siete partidos y es lo que queremos jugar", dijo Luis Enrique.
Advirtió el seleccionador español que se medirán a "una de las selecciones con mejor nivel anímico" del torneo y "más motivadas tras una fase de grupos espectacular", aunque defendió la idea innegociable con la que la selección española encara la cita.
"España tiene que hacer lo de cada partido. Tenemos muy clara la idea y no la vamos a cambiar. No significa dominar a todos los rivales todos los minutos por el nivel de otras selecciones. No juega solo España, otros países tienen entrenadores de alto nivel y jugadores buenos", defendió.
Tras la derrota sufrida ante Japón, admitió que dentro han hecho "una reflexión más profunda", analizando cada partido de la selección española en el Mundial e incidiendo en "aspectos mejorables". Desde ahora, Luis Enrique está convencido de la respuesta de sus jugadores en la presión e intentó lanzar mensajes de optimismo.
"Veo muchas ganas de ir cumpliendo el objetivo. Ahora ya es seguir o irte a casa, significa una presión mayor. Estamos muy convencidos de nuestras posibilidades. De 270 minutos en el torneo, 300 con descuentos, solo me hablan de diez en los que Japón fue superior. Va a haber más de esos, evidentemente, no jugamos solos. Esto es fútbol y el rival juega. Yo pongo la atención en lo positivo".
"Hay que mejorar porque Marruecos nos superará en algún momento pero no hay que fijarse solo en lo negativo. El marcador dictamina los riesgos que quieres correr y España si va ganando, sigue atacando", defendió.
Por último, Luis Enrique mostró respeto por Marruecos, desmintiendo que nadie de la selección infravalore al rival. "Es de las selecciones en mejor forma del campeonato. Le damos mucha importancia a su seleccionador como a jugadores de alto nivel. Si alguien lo menosprecia no es nadie de la selección española, ni el seleccionador ni ningún jugador".