Los grabados de Goya podrán ser observados tal y como los concibió el autor tras la restauración de 228 piezas que la Real Academia de Bellas Artes (Madrid) lleva a cabo y de la que ya ha puesto en exhibición 101 planchas de cobre desprovistas de los añadidos de acero y níquel para recuperar su "vida primitiva".
La restauración de estas planchas y su vuelta al estado original han hecho que se transformen "de objeto a obra de arte" al distinguirse obras en las que está presente "el pulso del pintor", según ha explicado el restaurador Juan Bordes en una rueda de prensa.
La presentación de las planchas de Goya "a cobre descubierto", ha subrayado Bordes, es un evento inédito tras el revestimiento de acero y níquel en un proceso "no muy claro" guiado por Federico Navarrete en el siglo XIX, usando métodos de la época preindustrial para producir más grabados.
Las series de "Los cuadros de Velázquez", "Los caprichos", "Los desastres de la guerra" y "Los disparates" podrán así observarse tras un proceso de "desacerado" que ha contado con la asesoría científica de Lucia Ghedin (del Instituto Centrale per la Grafica de Roma), quien ha enseñado el proceso de restauración química a los restauradores de la Academia para prevenir el conocido "efecto pila".
Este efecto, ha explicado Bordes, provoca la "pérdida de información en los grabados originales" al producirse "casi un trasvase de los dos metales en contacto" al reaccionar con la humedad ambiente, un proceso químico que la Academia ha conseguido revertir al completo en casi todas las obras.
El resultado del proceso aún en curso, que puede requerir desde diez días a un mes invertidos en cada pieza, cobró especial importancia al ser aplicado sobre los grabados deteriorados de "El bobalicón", perteneciente a la serie de "Los disparates" y el número treinta y siete de la serie "Los desastres de la guerra".
Mientras el primero ha sido salvado conservando solo unas leves manchas en los bordes, el segundo, cuyo estado preocupaba tras ser cedido a una muestra en Lille (Francia) en la que pudo ser afectado por alguna bacteria a pesar de su buena conservación, ha quedado intacto.
Tras la restauración, y salvo algún estampado de prueba, Bordes ha coincidido con el resto del equipo técnico en que los grabados pasarán a ser "obras de arte para ser vistas" y no serán empleadas para la producción de nuevos estampados.
Así, tras el proceso de restauración, la Academia prevé celebrar una exposición en la primavera de 2024 bajo el título de "Goya y el nacimiento del arte contemporáneo" en la que se muestren "el mayor número de planchas posibles" tras su reacondicionamiento, que serán expuestas junto a la serie "La tauromaquia", que no ha necesitado de intervención al encontrarse cromada y en buen estado.
Según señala la academia, su muestra es una de las mayores recopilaciones de la obra de grabados de Goya, aunque está incompleta puesto que algunas planchas se subastaron y fueron adquiridas por el parisino Museo del Louvre.
Además del instituto romano, el proyecto ha contado con la colaboración del servicio de restauración del Museo del Prado y los laboratorios SECYR de la Universidad Autónoma de Madrid y ha sido patrocinado por la Fundación Bancaja.