Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han rechazado relajar el objetivo de déficit para España (que obliga a reducirlo del 8,5 por ciento al 4,4 por ciento este año) y han pedido al Gobierno de Mariano Rajoy que esté preparado para adoptar nuevos recortes si es necesario. "No hubo ninguna discusión sobre ningún tipo de flexibilización", ha asegurado el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en rueda de prensa al término de la primera jornada del Consejo Europeo de primavera. "Está claro que España tendrá que hacer todo lo posible para demostrar en el exterior que sigue firmemente comprometida a no abandonar el camino de la consolidación", ha dicho por su parte el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Durante el debate a puerta cerrada de los líderes europeos, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha criticado en su exposición sobre la situación en la eurozona que España todavía no ha presentado los presupuestos para 2012, según han informado fuentes diplomáticas.
NADIE LE PREGUNTÓ A RAJOY
Tras esta referencia, Rajoy ha tomado la palabra para defender la actuación del Gobierno y asegurar que cumplirá el Pacto de Estabilidad, pero ningún otro dirigente ha intervenido. La presión de España sobre las instituciones europeas para flexibilizar el objetivo de déficit ha producido un efecto contrario al esperado. Los líderes europeos han decidido endurecer las conclusiones del Consejo Europeo para dejar claro que no habrá flexibilidad.
"Los Estados miembros sometidos a un estrecho escrutinio del mercado (en referencia a España e Italia) deben cumplir los objetivos presupuestarios acordados y estar preparados para emprender más medidas de consolidación si es necesario", afirma el texto. El borrador inicial sólo hablaba del cumplimiento de los objetivos y la referencia a las medidas adicionales se ha añadido tras el debate de los líderes y alude en particular a España, según las fuentes consultadas.
Rajoy ha asegurado tras el Consejo Europeo que "nadie" le ha preguntado sobre el déficit en España. "Esto no se cierra hasta junio. Nosotros presentaremos nuestros presupuestos con arreglo a lo que nos parezca razonable y sensato, pero no se habla, ni se negocia ni se cierra aquí", ha declarado a la prensa. El Gobierno espera que Bruselas decida en mayo o en junio si autoriza suavizar el objetivo para España.
FINLANDIA, SUECIA Y LUXEMBURGO
Finlandia, Suecia y Luxemburgo han rechazado públicamente relajar el objetivo de déficit a España alegando que socavaría las nuevas reglas que endurecen el Pacto de Estabilidad y el Tratado para reforzar la disciplina fiscal. "Sería completamente erróneo, no veo ningún buen motivo para dar más margen para el déficit, porque nuestro problema es el déficit y la deuda. No hay ninguna necesidad, no tiene sentido dar más margen para un aplazamiento", ha dicho el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen.
"En este momento, no sería correcto por parte de la Comisión emitir un juicio sin tener las cifras y todos los argumentos sobre la mesa", ha resaltado este jueves el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, que reclama explicaciones sobre los motivos del desvío presupuestario de 2011 e información sobre los presupuestos de este año. Barroso ha explicado que el Gobierno debe negociar primero con el Ejecutivo comunitario y no directamente con los líderes europeos. "La Comisión espera, es evidente, que el proyecto de presupuesto (de 2012) se haga respetando el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, porque se trata de respetar nuestras reglas", ha apuntado Barroso.
Países Bajos, uno de los máximos defensores del rigor fiscal en la eurozona, también incumplirá su objetivo de reducir el déficit al 3 por ciento del PIB en 2013 si no adopta más ajustes. El déficit holandés se situará en el 4,5 por ciento tanto este año como el que viene, según las proyecciones de su oficina presupuestaria. Pero el primer ministro, Mark Rutte, ha dicho que hará los recortes exigidos, aunque algunos parlamentarios liberales y democristianos, que sustentan su Gobierno, ya han sugerido que las reglas de la UE no son sagradas.