Miles de personas desfilan hoy en Pretoria para despedirse de Nelson Mandela, cuyos restos mortales reposan en la capilla ardiente instalada en la sede del Gobierno sudafricano, que podrá ser visitada hasta el próximo viernes.
Los familiares de Madiba, como se conoce en Sudáfrica al expresidente, y algunos de los líderes mundiales presentes ayer en su funeral visitaron la capilla ardiente antes de que se abriese al público a las 12.00 hora local (10.00 GMT).
El féretro, custodiado por cuatro militares uniformados de blanco y por tres coronas gigantescas de ese mismo color, yace bajo un arco instalado en el anfiteatro del complejo Unions Building, al que llegó tras un breve pero emotivo cortejo fúnebre por las calles de la ciudad seguido por cientos de personas.
Aunque inicialmente se anunció que la comitiva recorrería diferentes partes de Pretoria, finalmente se limitó a un rápido traslado desde el Hospital Militar hasta la sede del Gobierno, que se repetirá mañana y el viernes, pues el sábado los restos serán enterrados en Qunu, la localidad del sureste del país en la que creció Mandela.
Su viuda, Graça Machel, y su segunda esposa, Winnie, acudieron al velatorio, visiblemente emocionadas y de luto absoluto, acompañadas por el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma.
Machel, llorando desconsoladamente, subió las escaleras apoyada en el brazo de Zuma, mientras algunos pasos por detrás, también llorando, Winnie ascendía cabizbaja la escalinata junto a una extensa comitiva, en la que también estaban las hijas de Madiba.
Después, numerosos dignatarios y personalidades presentaron sus respetos a Mandela, según las imágenes facilitadas por la televisión pública al centro de prensa instalado en el exterior del recinto, ya que se ha prohibido el acceso de los medios a la capilla ardiente.
El último presidente del "apartheid", Frederik de Klerk; el jefe de Estado de Zimbabue, Robert Mugabe, y el de Sudán, Omar Hassan Al Bashir, fueron algunos de los líderes internacionales presentes en el primer día de velatorio.
Tampoco quisieron perderse la oportunidad de despedirse de Mandela artistas como el cantante de U2, Bono, quien derramó unas lágrimas al pasar junto al ataúd.
Tras un recorrido de diez minutos en autobuses que partieron desde el centro de la capital sudafricana, los primeros ciudadanos que pudieron despedirse de Mandela llegaron al velatorio al abrirse la capilla ardiente al público.
Personas de todas las razas y religiones se emocionaron al pasar junto al ataúd de Mandela, delante del cual se les permite sólo detenerse dos segundos y el control es estricto.
"Ha sido muy emocionante. El ataúd está destapado para que se le vea la cara y parte del cuerpo, y lleva una de las inconfundibles camisas que solía vestir", relató a Efe Tyrone Morris, un sudafricano que tuvo la oportunidad de despedirse de su héroe.
"Su cara, la camisa...Es simplemente Madiba", añadía otra mujer entre llantos.
La capilla ardiente podrá ser visitada por el público hasta las 17.00 hora local (15.00 GMT), cuando el féretro regresará al Hospital Militar.
Mañana y el viernes se repetirán los traslados y la capilla ardiente en los mismos horarios.
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