El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó investigación independiente que desemboque en responsabilidades por la presunta masacre de civiles por parte de las tropas rusas en Bucha (Ucrania).
En una breve declaración remitida a los medios por un portavoz, Guterres dijo estar "profundamente impactado por las imágenes de los civiles asesinados" en la ciudad al noroeste de Kiev, sumándose a la consternación de la comunidad internacional.
Bajas civiles
La invasión rusa de Ucrania ha provocado hasta la medianoche del 2 de abril un total de 3.455 bajas civiles, entre ellos 1.417 muertos y 2.038 heridos, según el último informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
El ACNUDH cree que las cifras reales son considerablemente más altas, ya que todavía queda por corroborar información de algunos lugares donde se han producido fuertes enfrentamientos.
De los 1.417 muertos, ACNUDH ha contabilizado 293 hombres, 201 mujeres, 22 niñas y 40 niños, así como 59 niños y 802 adultos cuyo sexo aún se desconoce. De los 2.038 heridos hay 241 hombres, 187 mujeres, 41 niñas y 38 niños, así como 92 niños y 1.439 adultos de sexo aún desconocido.
Parecen ejecutados
Guterres ha señalado que "es esencial que una investigación independiente lleve a una rendición de cuentas efectiva", agregó el diplomático luso, que evitó no obstante hacer la calificación de crimen de guerra tras el hallazgo de cientos de cadáveres de civiles que parecen ejecutados sumariamente.
Según el Gobierno ucraniano y de acuerdo con las imágenes difundidas por los medios de comunicación, los cuerpos de las víctimas visten ropas civiles y muchos de ellos están maniatados y parecen haber sido ejecutados de un tiro a la cabeza.
Las imágenes de las calles de Bucha sembradas de cuerpos han causado consternación en Europa y han sido condenadas por los líderes europeos, que han pedido que se investigue la comisión de posibles crímenes de guerra por parte de Rusia, que niega las acusaciones.
La fiscalía general de Ucrania cifró este domingo en 410 el número de cadáveres de civiles recuperados hasta ahora en los suburbios del norte de Kiev tras la retirada de las tropas rusas.
Mientras tanto, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba ha solicitado a la Corte Penal Internacional (CPI) el envío de una misión de investigación para documentar y perseguir las atrocidades cometidas.