Los agricultores franceses mantienen esta mañana bloqueos en ocho autopistas de acceso a París y varios cientos se dirigen con sus tractores hacia el mercado de abastos de la capital a unas horas de una intervención del primer ministro, Gabriel Attal, en la que se esperan nuevas medidas de ayuda al sector.
"La determinación es total", ha asegurado Arnaud Rousseau, presidente del principal y potente sindicato agrícola FNSEA, que ayer por la tarde fue recibido por Attal, y que ha indicado que siguen negociando con el Gobierno.
En una entrevista a la emisora Europe 1, Rousseau ha señalado que tiene que haber "un cambio de rumbo" del Ejecutivo y "medidas de urgencia simbólicas". Ha explicado que la impresión que le dio el primer ministro ayer es que tenía voluntad de ir "más lejos en todos los temas".
Desde primera hora de la tarde del lunes, varios cientos de tractores mantienen cortada la circulación en las autopistas A1, A4, A5, A6, A13, A15 y A16 a varias decenas de kilómetros de París.
Además, un cortejo de tractores que salió de la ciudad de Agen (sur) el lunes y al que se han sumado otros por el camino ha hecho noche en Limoges y ha reanudado la marcha a las 5.00 locales esta mañana en dirección de la capital.
Tractores para bloquear el mercado de abastos de París
Ese convoy ha sorteado las tentativas de los gendarmes para interrumpir su recorrido, ya que su objetivo declarado es cerrar los accesos del mercado de abastos de Rungis, el mayor de Europa, a una quincena de kilómetros de París.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, que ha movilizado a 15.000 agentes ante estas protestas, viene advirtiendo desde el fin de semana que no lo permitirá, como tampoco permitirá el bloqueo de los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle, ni la llegada de los tractores a la ciudad.
Darmanin ha pedido a las fuerzas del orden, sin embargo, que no intervengan en los bloqueos del llamado 'asedio' a París ni en el resto del país -donde hay varias decenas- salvo si hay amenazas para los bienes o para las personas.
Attal, que fue nombrado en su cargo el pasado día 11, va a pronunciar a partir de las 15.00 locales (14.00 GMT) un discurso de política general ante la Asamblea Nacional en el que ha decidido que no se va a someter al voto de los diputados, y que le ofrece la oportunidad de presentar los anuncios al sector agrícola que ha prometido el ministro del ramo, Marc Fesneau.
Después de un primer paquete de medidas el pasado viernes, que no consiguieron el fin de las protestas, los agricultores reclaman un cambio en la situación de competencia que dicen sufrir con los productos importados de otros países, incluidos los de la Unión Europea, como España e Italia, de donde llegan muchas frutas y hortalizas.
Un cambio de las políticas europeas
También un cumplimiento estricto de la llamada 'ley Egalim' que teóricamente garantiza que los industriales y los grupos de distribución deben pagarles sus productos a un precio superior al de sus costos de producción.
Más allá de la simplificación de reglas y de la burocracia anticipada por Attal, exigen una modificación de la política europea para poner fin al barbecho obligatorio, limitar las entradas de productos de Ucrania y poner fin a los acuerdos de libre comercio con otros bloques económicos.
Estos últimas cuestiones serán abordadas por Emmanuel Macron en un encuentro programado durante la cumbre europea extraordinaria del jueves en Bruselas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El presidente francés quiere también que Bruselas renuncie a continuar las negociaciones con Mercosur sobre un acuerdo que lleva bloqueando desde que se firmó hace cuatro años y al que se opone frontalmente