El Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de toma de decisiones de la OTAN, mantuvo este jueves una reunión bajo el artículo 4 de la Alianza, que se activa cuando uno de los países miembros se siente amenazado. El paso se dio tras la invasión rusa de Ucrania en la madrugada del jueves.
“Hoy hemos mantenido consultas bajo el artículo 4 del Tratado de Washington. Hemos decidido, de acuerdo con nuestra planificación defensiva para proteger a todos los Aliados, tomar medidas adicionales para fortalecer aún más la disuasión y la defensa en toda la Alianza. Nuestras medidas son y seguirán siendo preventivas, proporcionadas y no escalatorias”, indicó el Consejo del Atlántico Norte en un comunicado.
El artículo 4 del Tratado de Washington, documento que constituyó la OTAN, indica que los miembros de la Alianza se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellos, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de alguno de ellos se viera amenazada.
Los gobiernos de Estonia, Letonia, Lituania y Eslovaquia ya habían anunciado su intención de pedir la activación del artículo 4.
Los aliados aseguraron en el comunicado que las acciones de Rusia plantean una “grave amenaza” a la seguridad euroatlántica y “tendrán consecuencias geoestratégicas”.
“La OTAN seguirá tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad y defensa de todos los aliados. Estamos desplegando fuerzas defensivas terrestres y aéreas adicionales en la parte oriental de la Alianza, así como activos marítimos adicionales”, constataron.
Agregaron que han incrementado la disposición de sus fuerzas “para responder a todas las contingencias”.
“Pedimos a Rusia que cese de inmediato su acción militar y retire todas sus fuerzas de y alrededor de Ucrania, respete al completo el Derecho humanitario internacional y permita el acceso y la asistencia humanitarios seguros y libres a todas las personas que lo necesiten”, subrayaron.
El Consejo del Atlántico Norte “condenó en los términos más enérgico posibles el horripilante ataque de Rusia sobre Ucrania, que es totalmente injustificado y no ha sido provocado”.
Igualmente, instó a Rusia “en los términos más enérgicos” a que “se aparte del camino de violencia y agresión que ha elegido”.
“Los líderes de Rusia deben asumir toda la responsabilidad por las consecuencias de sus acciones. Rusia pagará un precio económico y político muy alto. La OTAN continuará coordinándose estrechamente con las partes interesadas relevantes y otras organizaciones internacionales, incluida la Unión Europea”, aseveró.
Precisó que sus pensamientos están con los fallecidos y heridos, y con “la población de Ucrania”. También condenaron a Bielorrusia por permitir el ataque, ya que desde ese país han entrado algunas de las tropas en Ucrania.
Afirmó que el “renovado ataque” es “una grave violación del Derecho Internacional" y constituye “un acto de agresión contra un país independiente y pacífico”.
La OTAN resaltó su apoyo a la población ucraniana y a su presidente, parlamento y gobierno “legítima y democráticamente elegidos”, así como a la integridad territorial y soberanía del país.
Asimismo, reiteró su condena a la decisión rusa de reconocer la independencia de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk y advirtió de que los aliados “nunca aceptarán este reconocimiento ilegal”.
Recordó que durante la crisis actual, la OTAN, sus miembros y sus socios “han hecho todo el esfuerzo para seguir la diplomacia y el diálogo con Rusia” y afirmaron que ha sido “Rusia y solo Rusia la que ha elegido la escalada”.
Los aliados destacaron que es “incuestionable” su compromiso con el artículo 5 de la OTAN, según el cual un ataque contra un país de la Alianza equivale a un ataque contra todos ellos, por lo que es obligatorio responder. Sin embargo, ese principio no se aplica a Ucrania, que no forma parte de la OTAN.