El Ayuntamiento de Móstoles acaba de anunciar que limitará el acceso al río Guadarrama y su entorno en los tramos en los que se ha registrado más acumulación de vertidos ilegales con el objetivo de ponerles freno.
La Junta de Gobierno Local es quien ha dado luz verde este miércoles a las actuaciones que incluyen la colocación de motas de tierra con cerramientos de malla cinegética y bloques encastrados de piedra que permitan el paso peatonal, en bicicleta o con ganado a las vías pecuarias y al entorno, pero no así el acceso de vehículos a motor.
Estas barreras artificiales se colocarán en un tramo de unos 200 metros situado entre los poblados Norte y Sur de las Sabinas, en el Cordel Real del Guadarrama y en la conocida como Vereda de Guadarrama.
Unas medidas que, según apuntan desde el consistorio, se enmarcan dentro del plan de choque en el que trabaja -desde el pasado 8 de julio- el ayuntamiento, junto al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, la Comunidad de Madrid y otros ayuntamientos, para frenar los vertidos incontrolados en el entorno del Guadarrama.
Obras para limitar los accesos
"Tras el mapeado de los residuos realizado por la Confederación Hidrográfica, será la Comunidad de Madrid, responsable del Parque Regional del Río Guadarrama, la que acometa las obras para limitar los accesos a las zonas en las que se han detectado los vertidos más graves", han dicho, añadiendo que el Gobierno local, por su parte, colaborará activamente con la vigilancia.
De esta forma, agentes de la Policía Municipal seguirán realizando las labores de control en coordinación con el servicio de vigilancia ambiental de la Comunidad de Madrid y de la Confederación Hidrográfica.
El Ayuntamiento de Móstoles se hará cargo, además, de los costes de las tasas generadas de residuos urbanos, comerciales o de podas que conlleven las obras de limitación de los accesos al entorno del Río Guadarrama.