El PP, tras conocerse el acuerdo alcanzado "contra todo pronóstico" entre el PSOE y Sumar para la formación de un gobierno de coalición, espera ya que "la presidenta del Congreso reciba autorización de Pedro Sánchez para convocar un pleno de investidura". Así lo han señalado fuentes del PP.
"Ahora que Sánchez ha logrado contra pronóstico el apoyo de Sumar, nuestro país supera un debate que tenía en vilo a los españoles durante las últimas semanas. Y una vez que por fin hay acuerdo entre el presidente en funciones y la vicepresidenta en funciones, quedamos a la espera de que la presidenta del Congreso reciba autorización de Pedro Sánchez para convocar un pleno de investidura", han dicho.
Asimismo, el PP ha recordado que, "si bien a Feijóo se le fijó la fecha en tiempo real, a Sánchez no se la han determinado 21 días después".
Además, denuncian, que "el Gobierno en funciones lleva más de cinco meses sin control del Legislativo, lo cual evidencia el deterioro del sistema parlamentario español".
Desde el PP afean a Sánchez que no intervino en la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo, que decayó por falta de apoyos. También le acusan de "vetar" la presencia de sus ministros en el Senado y de pedir a los presidentes autonómicos socialistas que no participen en debates de la Cámara Alta, en referencia a la Comisión de Comunidades Autónomas en la que se debatió la semana pasada la posible amnistía a los encausados en el 'procés'.
A la presidenta, socialista, del Congreso le reprochan, por su parte, que "contrata traductores y compra pinganillos sin respetar los procedimientos" para el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja, así como que "se inventa el concepto 'voto nulo' en una votación de sí, no o abstención". "La democracia española empieza a evidenciar margen de mejora", expresan los 'populares'.
El PP, que recibe sin sorpresa el acuerdo de coalición, ironiza al mismo tiempo con la "capacidad negociadora" de Díaz, que "hasta el último momento se ha mostrado inflexible y totalmente dispuesta a dejar de ser vicepresidenta y pasar a la oposición con tal de no renunciar a sus férreos principios y a que prevalecieran en su pacto con los socialistas".