El detenido por el ataque mortal en Algeciras viaja a Madrid bajo custodia policial para continuar desde este viernes las diligencias de investigación en dependencias de la Comisaría General de Información.
La previsión es que pase el lunes a disposición del juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea, tras pedir los investigadores una prórroga del plazo de detención.
En la infravivienda en la que residía en Algeciras el detenido, un marroquí de 25 años, han hallado propaganda de corte yihadista que apuntaría a una reciente radicalización.
Los investigadores también analizan los contenidos extremistas que Yasin Kanka publicó en redes sociales.
El detenido tiene antecedentes en Marruecos por problemas de salud mental, una circunstancia que también está siendo valorada por los investigadores para determinar si los hechos son o no de naturaleza terrorista.
Entre los efectos intervenidos en la vivienda consta la funda del machete que usó para asesinar a un sacristán y herir a otras cuatro personas, entre ellas un sacerdote, en una acción criminal que llevó a cabo de forma solitaria, sin implicación de terceras personas.
Desde Algeciras, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha reunido con las víctimas y mandos y autoridades locales.
En rueda de prensa, ha dicho que el investigado no estaba "en ningún radar por radicalización en España ni en ningún otro país amigo", subrayando que los hechos se investigan por delito de terrorismo -el juez autorizó el registro por posible "salafismo yihadista"-- pero que "todas las hipótesis continúan abiertas".
Antes de la rueda de prensa, el Ministerio del Interior confirmó también que el detenido por el ataque en dos iglesias de Algeciras tenía un expediente de expulsión por su situación irregular en España desde junio de 2022.