La noche del 28 de octubre, en la que, presuntamente, Francisco Martínez Almeida agredió sexualmente, y asesinó, al niño Alex, de nueve años, se movía "por sus deseos" y no tenía alteraciones ni por enfermedad mental ni por consumo de alcohol, tal y como refleja el informe psiquiátrico.
En la cuarta sesión del juicio, por jurado popular, contra Almeida, al que se le pide prisión permanente revisable, por el asesinato, y quince años por la agresión sexual, ha comparecido la psiquiatra que realizó el examen pericial cuando el acusado llegó a la cárcel de Segovia.
Almeida les decía que no recordaba nada, pero lo decía con respuestas "poco elaboradas" y sin presentar intranquilidad, lo cual es contrario a la actitud de una persona que no recuerda qué le ha ocurrido. "No sé, no me acuerdo", decía.
La psiquiatra ha relatado cómo esa noche, tras su detención al encontrarle la policía con el niño muerto en brazos, Almeida pidió un médico y recordó que tenía que tomarse las pastillas de la hipertensión.
En el informe que se le hizo esa noche, y al que ha tenido acceso esta psiquiatra, también se refleja que refirió tener dolor en un costado por una patada.
Todo esto supone, ha explicado, tener consciencia de uno mismo y querer cuidarse. Además, se vio que no estaba bajo los efectos del consumo del alcohol.
En la exploración se indicó que no tenía alteraciones en las funciones: Almeida "recuerda, entiende y comprende".
El informe psiquiátrico descartó alteraciones en la memoria y la consciencia de Almeida. También, que "conoce la ilicitud del hecho, se mueve por sus deseos, su voluntad y su convicción".
Almeida ha seguido con detalle las explicaciones de la psiquiatra y, en un momento determinado, ha dado indicaciones a su abogado al oído.