Manuel, el niño de 9 años que murió ayer en la playa de Getares de Algeciras (Cádiz) al ser embestida la embarcación en la que estaba con su padre por una lancha, ha sido enterrado hoy en el cementerio de la ciudad entre escenas de dolor y consternación de sus familiares y allegados.
El cuerpo del pequeño, que acababa de cumplir 9 años, ha sido velado en el tanatorio Los Pinos de Algeciras, donde se ha celebrado una misa antes de que el féretro fuera trasladado en un coche al cementerio nuevo de la ciudad, donde ha sido enterrado.
Al igual que sucediera ayer por la tarde en la playa de Getares tras el trágico suceso, los familiares y allegados del pequeño han ahuyentado a los periodistas que trataban de tomar imágenes o de recabar testimonios. De hecho el coche de un equipo de televisión ha sido apedreado y ha resultado con varias lunas rotas esta mañana cuando estaba en las inmediaciones del tanatorio.
Según algunos allegados, la familia del niño, del conocido como clan de los Pantoja de la barriada del Saladillo de Algeciras, está molesta por el hecho de que se haya relacionado el accidente con el narcotráfico.
El comisario de la Policía Nacional de Algeciras, Luis Esteban, ha insistido hoy en que el accidente fue provocado "por la temeridad en la forma de pilotar" del hombre que la conducía y "hay que desvincularlo de cualquier venganza, ajuste de cuentas o nada que ver con el narcotráfico".
Mientras, el hombre que acompañaba al piloto de la lancha semirrígida que ayer embistió a una embarcación de recreo en Algeciras (Cádiz), causando la muerte de un niño, ha quedado hoy en libertad, según ha informado el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.
Sanz ha informado también de que el piloto de la lancha pasará el jueves a disposición del juez.
El comisario de Algeciras, Luis Esteban, ha explicado hoy que el hombre que acompañaba al piloto no tuvo "ninguna participación activa en los hechos". Más bien al contrario, ya que, "una vez que se produce la colisión, extrae el bombín de la llave de la lancha para evitar que el piloto se dé a la fuga".
El piloto, que permanece detenido, cuenta con antecedentes por narcotráfico, por los que cumplió dos años de condena en prisión, y conducía una embarcación que había sido decomisada semanas antes, cuando fue interceptada llevando bidones de gasolina probablemente para surtir a otras "narcolanchas".