Si has crecido riéndote con las aventuras y los disfraces de 'Mortadelo y Filemón', si sabes que 'Carpanta' y 'El Científico Loco' vivían en la mítica '13, Rue del Percebe', si jamás se te ocurriría encargar una obra en tu casa a 'Pepe Gotera y Otilio', si eres de los que dicen que ves menos que 'Rompetechos' cuando el sol te da directamente en los ojos o esperas encontrarte al 'Botones Sacarino' cuando visitas un hotel... Esta noticia te va a gustar.
Y es que la ciudad de Barcelona ha decidido brindar un homenaje al genial creador de todos estos personajes, Francisco Ibáñez, que murió el pasado mes de julio, y pronto podremos encontrar a sus personajes más divertidos indicándonos si podemos o no cruzar la calle.
Un semáforo con 'Mortadelo y Filemón'
Tras el fallecimiento de Ibáñez, un profesor de Navarra propuso rendirle un homenaje de forma divertida y se le ocurrió que sería estupendo arrancar una sonrisa a los peatones que paseen por Barcelona, la ciudad natal del ilustrador.
Francisco Javier Ibáñez propuso crear un semáforo en el que Mortadelo y Filemón fueran los protagonistas.
Él mismo ha diseñado como sería el semáforo, quedaría de la siguiente manera: Filemón en rojo, con la mano alzada haciendo parar a los peatones, y Mortadelo en verde, andando tranquilamente para cruzar.
La simpática propuesta no tardó en viralizarse en redes sociales y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, le ha llamado personalmente para comunicarle la decisión del Ayuntamiento de aceptar su propuesta.
Este homenaje se suma al grafiti realizado por el artista Miguel Angel Pérez Manzaneque, más conocido como Absure2000, en el que se muestra el lloro de Mortadelo y Filemón por el fallecimiento de su creador.
Todavía se desconoce su futura ubicación, aunque algunas voces sugieren que podría instalarse frente a la biblioteca García Márquez, recientemente nombrada la mejor biblioteca del mundo.
Sea cual sea su destino final, lo que es seguro es que todos aquellos peatones que tengan la suerte de encontrárselo esperarán su turno para cruzar la calle con una amplia sonrisa.