El consumo de pornografía, facilitado por el acceso a Internet, es un problema para miles de personas que son adictas en España: el 70% son hombres, pero también hay mujeres.
La adicción al consumo de porno afecta especialmente a hombres de entre 25 y 40 años y va relacionada con conflictos en ámbito familiar, cambios de conducta, ansiedad, frustración, distanciamiento con los seres queridos y problemas de pareja.
Ana Valero, profesora de Derecho Constitucional y autora del estudio 'La libertad de la pornografía', declara que es "partidaria de la regulación para los menores de edad". La jurista menciona la propuesta del PSOE de reformar el Código Penal para endurecer las penas por proxenetismo y multar a los clientes: "Incluye una cláusula que dice que se penalizarán todos los actos de naturaleza sexual a cambio de dinero".
"Es una cláusula que podría ser muy conflictiva y puede afectar a las productoras pequeñas que hacen contenido sobre placer desde una perspectiva alternativa y ética", explica Ana Valero.
"Sí existe una pornografía diferente que ofrece perspectivas de placer femenino, pero la de consumo mayoritario es la de acceso gratis y que presenta violencia sobre la mujer o a la mujer como objeto sexual".
Los expertos alertan de que Internet favorece el consumo "enfermizo" y permite el acceso a menores a edades cada vez más tempranas. "
Los niños acceden con doce años a la pornografía y se produce un problema enorme en su percepción de su sexualidad, y no tienen la capacidad de un adulto de distinguir entre realidad y ficción", señala Ana Valero.
Según el especialista en este tipo de adicciones, Jorge Gutiérrez, han atendido a 5.000 personas en los últimos cinco. Confirma que la inmensa mayoría, el 90%, son hombres adultos.