El Informe anual de la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) de 2022 revela que la conducta suicida en niños y adolescentes ha aumentado un 34,8% en la última década, convirtiéndose en el principal motivo de consulta para los menores de edad por primera vez en casi 30 años.
La Fundación ha recibido un total de 217.693 solicitudes de ayuda en 2022, casi el doble que en 2016, y ha llevado a cabo 4.923 intervenciones urgentes en situaciones de riesgo extremo.
Diana Díaz, directora Líneas de Ayuda Fundación ANAR, explica que alarmaron a las familias "desde 2015 por un repunte de conductas suicidas y autolesiones en menores". "Los testimonios de los menores están relacionados con la influencia tecnológica y de las redes sociales, donde ellos encuentran procedimientos, justificaciones y conversaciones que les refuerzan ese tipo de ideas".
Desde ANAR, afirman que la tecnología atraviesa y potencia todas las problemáticas de forma transversal y así lo han señalado este miércoles en la presentación del último informe. "Los problemas de salud mental representan ya el 45,1% de los casos atendidos y destaca entre ellos la conducta suicida en niños y adolescentes".
"Si un menor se encuentra en estado de ansiedad, depresión y problemas sin resolver, y no se dirige a su círculo cercano, es peligroso y buscará un sentimiento de pertenencia en otros lugares", declara Diana. Lamentan que la mayoría de los problemas que relatan los usuarios que acuden a ANAR han sido "urgentes, graves y de alta frecuencia". Además, en el 56% de los casos el sufrimiento se ha prolongado más de un año.