En estos meses de verano, se suelen producir más rupturas y también nuevas parejas que encuentran el amor. Ana Sierra, sexóloga, apunta como causas a la irritación por el calor, pero el factor principal es el mayor tiempo en pareja, “evidenciando las molestias”, además de que “cuando estamos descansando” es cuando aparecen más rupturas “al descubrir nuestro deseo, lo que nos gusta o no”.
En épocas estivales, también pueden surgir nuevas prácticas sexuales liberales. “Tener una pareja liberal cuando estás mal, es como tener un hijo para que salve la relación”, defiende la experta.
El sexo liberal, en particular los intercambios de pareja y parejas abiertas, que puede implicar mantener sexo con otras parejas cuando nuestra pareja está consolidada. Sin embargo, además del aspecto psicológico, este tipo de prácticas pueden relacionarse con el aumento del porcentaje de enfermedades de transmisión sexual.
Entre los riesgos psicológicos, comienzan cuando las razones son romper la monotonía, hacer más excitante el sexo, aprender nuevas prácticas para llevarlas a cabo luego ellos dos, mejorar la relación de pareja, unir más y ser más cómplice con la pareja, sobre todo.
El intercambio de parejas tendrá todas las ventajas y beneficios que se quieran cuando se haga de forma consensuada. Acceder por agradar, poniendo por encima el deseo de su pareja. De entrada, practicar sexo con otras personas de forma “impuesta” o autoimpuesta, produce ansiedad, incluso náusea, pudiendo provocar que las prácticas sexuales evocarán esa sensación incompatible con tener sexo, en este caso o algo en concreto del momento sexual ya con tu pareja, incluso la masturbación.