Llega al Congreso el real decreto que "repara la discriminación histórica" del colectivo de las empleadas del hogar con el objetivo de que dejen de ser "trabajadoras de segunda", como expresó Yolanda Díaz. A partir de ahora, los empleadores no podrán despedirlas sin causa justificada y las empleadas avanzan en materia de condiciones de trabajo.
La nueva norma señala las causas que pueden justificar la extinción del contrato de una empleada del hogar y expresa que cotizarán por desempleo y al Fondo de Garantía Salarial desde el 1 de octubre. Sin embargo, las trabajadoras lamentan que "esta norma deja a muchas sin protección porque más del 32% trabajan sin estar dadas de alta".
"Estamos contentas, pero queremos que no se olviden de nosotras y de las compañeras que se quedan fuera, vamos con retraso", declara la trabajadora del hogar Rafaela Pimentel. "Muchas de las empleadas son extranjeras y no tienen contrato o no están dadas de alta, por lo que se quedan sin protección con esta norma".
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha declarado que las empleadas del hogar son "las vulnerables entre las vulnerables", porque, además de mujeres, ha expresado, son mayoritariamente migrantes y asumen un trabajo de cuidados que sostiene el empleo de numerosas familias.
Con este decreto se establece una nueva cotización por desempleo y para el Fogasa, que estarán bonificadas al 80 %. Para los empleadores, en su mayoría familias, la nueva cotización por desempleo quedará fijada en un tipo del 6 % (del que el empleador asume el 5 % y el trabajador el 1 %) y el 0,2 % para el Fogasa.