Desde 2022 y hasta el 30 de marzo, se notificaron 151 episodios de daños materiales causados por patinetes eléctricos, de los cuales 124 corresponden a usuarios que sobrepasaban el límite de los 25 km/h con un patinete que tenía la potencia trucada, circulando como si fueran en una motocicleta. Esto implicaría un delito similar al de conducir sin permiso.
La Unidad de la Policía Judicial de Tráfico de Madrid está detectando talleres especializados en los que se manipulan los motores de estos patinetes que llegan incluso a triplicar su velocidad, alcanzando los 110 km/h.
¿Cómo se regulan los patinetes eléctricos en Madrid?
A diferencia de otras ciudades como París, donde se ha prohibido el uso de patinetes eléctricos, Ayuntamiento de Madrid no contempla esta estrategia ni tampoco hacer un referéndum sobre su futuro. Buscan ordenar el sistema en el que ahora operan tres empresas con un límite de 6.000 patinetes.
Solo en 2022, la Policía Municipal registró 662 accidentes, prácticamente dos cada día. En lo que llevamos de año hasta el mes de mayo han sido más de 330 incidencias. Las consecuencias más frecuentes son lesiones leves: 693. Pero también se notificaron una treintena de lesiones graves, sin especificar si es usuario o peatón.
¿A qué penas se enfrentan?
La pena conlleva apenas de 3 a 6 meses de prisión, además de multas de 12 a 24 meses, a pesar de ser una temeridad para el propio usuario del patinete y para el resto de ciudadanos.
Mario Arnaldo, presidente Automovilistas Europeos, comenta que no es algo nuevo, "los ciclomotores tenían un límite de hasta 50 centímetros cúbicos, pero al quitarle el tope, que es algo muy sencillo, se convertía en una moto".
"Ni la ordenanza de circulación de Carmena ni la de Almeida son adecuados, pero también la normativa del Estado es la que no ha resuelto el problema: la identificación de los patinetes", concluye su portavoz.