120 minutos ha charlado con Guiomar Bellver, médico de 27 años residente en Alemania, que tiene que desplazarse 500 kilómetros para solicitar el voto rogado. "La atención al cliente es en horario laboral y yo tendría que pedir días de vacaciones. Otra opción es por correo y hay que solicitar certificados para ello. Es un proceso bastante largo", explica.
El voto rogado dejó en el camino casi 500.000 votos de españoles en el extranjero en las últimas elecciones generales de 2016. Esta modalidad condena a dos millones de personas en el extranjero a un suplicio administrativo en el que muchos tiran la toalla.