"Los actos tienen consecuencias y estos las tendrán". Así de categórico se muestra Miguel Garrido, portavoz de los empresarios madrileños sobre las consecuencias del acuerdo para subir el salario mínimo hasta los 1.000 euros aprobado entre Gobierno y sindicatos, al margen de los empresarios.
"La creación de empleo depende de que mejore la competitividad en las empresas y muchas de ellas están en una situación muy grave después de dos años y si incrementamos los costes, como el de personal, muchas empresas no van a poder sobrevivir a esta nueva subida". Garrido considera que muchas de estas empresas tendrán que reducir sus plantillas y, en el peor de los casos, desaparecer.
Garrido se suma así al rechazo manifestado por la CEOE a esta subida del salario mínimo, como ya han hecho también las principales organizaciones de autónomos como ATA.