Queda ya muy poco para que llegue el día del sorteo de la lotería de Navidad. Quien más o quien menos ha soñado alguna vez con que le toca y hasta ha planeado ya en qué se gastaría el dinero.
Es el sorteo más esperado del año y siempre nos trae curiosas anécdotas. Desde el que ha roto el décimo premiado pensando que no le había tocado nada, hasta el que lo ha perdido o se lo han robado, pasando por el descuidado que lo ha metido en la lavadora.
Y también todos los años hay quien intenta lucrarse de manera ilícita a costa de las ilusiones de los demás. Mucho cuidado con los décimos falsos y con aquellos "amigos" que dejan de serlo cuando nuestro número tiene premio y deciden adueñarse de un décimo que, hasta que descubrieron que había tocado, era compartido entre varios. Y es que no todo el mundo está de acuerdo en aquello de que "lo que más felicidad da es compartirlo".
Tomen sus precauciones, saquen sus amuletos, elijan un buen número y, si la suerte no decide pasar por nuestros hogares el día veintidos, que al menos todos podamos decir la frase más repetida ese día: "por lo menos tenemos salud".