LLegan las Navidades y con ellas las comidas con la familia, las tapas con los amigos y las cenas con los compañeros de trabajo. Es época de disfrutar, pero también de sufrir un poco de acidez de estómago, alguna que otra resaca y de asustarnos cuando vemos nuestros niveles de colesterol.
Un veinte por ciento de los madrileños tienen problemas de colesterol. En cuanto el doctor les da el diagnóstico la mayoría deciden cambiar la cesta de la compra. Sin embargo muchos otros confían plenamente en los llamados productos milagro.
En el mercado se pueden encontrar fácilmente diferentes clases de pastillas y de productos lácteos enriquecidos con Omega 3 que prometen reducir nuestros niveles de colesterol. Su consumo aumenta cada día, pero los médicos advierten de que estos productos, si bien pueden ayudar a reducir el colesterol, no son suficientes por sí mismos. Una dieta sana y equilibrada es la mejor receta para evitar que el colesterol obstruya nuestras arterias y nos genere graves problemas de salud.