Llevan un dispositivo similar al de los radares, con una cámara que es capaz de recoger la matrícula de los vehículos que cometen la infracción. Y no cuesta poco porque saltarse un semáforo en rojo supone 200 euros de multa y cuatro puntos menos. En 6 meses de funcionamiento, los 26 demáforos con foto-roja han puesto 10.000 multas, el que más está en la Castellana, a la altura del Bernabéu.