Cada 25 de julio la Plaza Mayor de Chinchón se convierte en una plaza de toros para celebrar la fiesta de Santiago Apóstol.
Los tradicionales encierros son una parte importante, por eso hemos querido saber de primera mano qué se siente al correr delante de los toros.
Policía, colaboradores, pastores... Todo está preparado para soltar al rebaño. La seguridad es lo más importante. Los menores y las personas en estado de embriaguez no pueden correr.
El recorrido ha sido limpio y sin incidentes. Al terminar, un buen desayuno de churros con chocolate para continuar la fiesta hasta la madrugada.