Cualquier vehículo está en el punto de mira de los ladrones de coches pero hay modelos especialmente 'jugosos' para los cacos. El Citroën Xara, el Dacia Duster o el Peugeot 406 son algunos de ellos.
Las mafias organizadas se aprovechan de una demanda de piezas de segunda mano que, en gran medida, acaban en países de Europa del Este. Este mercado negro de piezas es menor en el caso de coches de marcas asiáticas.
Instalar un sistema anti robo eficaz puede ser una buena solución para evitar que nos convirtamos en su próxima víctima.