Un supuesto control rutinario de la Guardia Civil se puede llegar a convertir en el escenario de todo tipo de situaciones inesperadas. Aunque nos pueda parecer increíble por su peligrosidad, cada vez hay más gente -joven habitualmente- que se pone al volante después de consumir cualquier tipo de alcohol o estupefaciente, con el consiguiente riesgo que supone tanto para el conductor como para los vehículos que circulan a su alrededor.
Un equipo de Aquí en Madrid ha podido vivir en primera persona qué sucede un día festivo por la noche en un control rutinario de la Guardia Civil...