La vida para la mujer es, en general, más cara, sobre todo en productos y servicios relacionados con la higiene y belleza, lo que podríamos denominar la "tasa rosa".
Esto es así porque, según estudios de mercadotecnia, las mujeres están dispuestas a pagar más por ese tipo de productos en un momento determinado.
Sin embargo, en el mundo textil, podríamos hablar de una "tasa azul", ya que en productos habituales como unos pantalones, los hombres pagan hasta un 35% más que las mujeres.