Fernando Prados es optimista con la situación pandémica de la región. El coordinador general del Hospital Zendal evalúa en Buenos Días Madrid de Onda Madrid la tendencia a la baja de infectados por COVID en Madrid. “Nos siguen llegando pacientes al Isabel Zendal, pero los últimos días en menor cantidad”.
El coordinador general le comenta a Juan Pablo Colmenarejo que tienen unos 500 pacientes ingresados, “son alrededor del 15% de los pacientes Covid que tienen los hospitales de Madrid. Pero a través de Salud Pública, constatamos que los contagios van descendiendo. Esperemos que en una o dos semanas veamos ya menos ingresados y bajar el número de pacientes en las UCI”.
Ahora el Zendal cuenta con unas 700 plazas, pero en caso necesario, “tenemos el tercer pabellón para otros 350 pacientes. Esperemos que no lo tengamos que abrir”, confía.
Sobre el funcionamiento en sí del hospital, Prados explica que, al ser especializado en esta patología, “tenemos cuidados intermedios y cuidados intensivos. Los hemos dotado de material y sanitarios para adaptarnos a las circunstancias, porque los demás hospitales deben atender otras patologías”.
“Cuando un paciente es diagnosticado al principio de su enfermedad, a partir de los diez días puede evolucionar a mal y es ahí cuando hay que darles cuidados muy especializados, como hacemos en el Zendal. En cuidados intermedios iniciamos cuanto antes el manejo respiratorio para conseguir un mejor pronóstico. Y nos está dando buenos resultados”, continúa.
“No es que la enfermedad sea ahora menos peligrosa, es que sabemos más y la tratamos mejor. Los médicos están más especializados. El hecho de tener a todos los pacientes con la misma enfermedad, nos ayuda a que la información fluya mejor y podamos comparar síntomas para predecir la evolución”, asegura.
Mejor convivencia y menos aislamiento
Sobre las críticas a su construcción, Prados asegura que “si están para ayudar son extraordinarias. Lo malo es cuando se hacen no para ese fin. Los pacientes están aquí todos juntos, sí. En los hospitales, su único contacto es el médico que entra con una EPI, sin el contacto de la familia. En el Zendal, los enfermos conviven en grandes espacios. Pueden comentar, pasear y hacer vida normal. Hemos cambiado la soledad por la intimidad y los resultados están siendo buenos. Los pacientes salen contentos y con vivencias distintas”.
Otra de las críticas que se han leído del Zendal es la falta de quirófanos. Prados explica, “un paciente Covid no necesita un quirófano porque no requiere de intervenciones quirúrgicas. Tienen una enfermedad respiratoria y se adaptan soluciones a sus problemas. Quizá la única intervención es una traqueotomía cuando el paciente tiene que estar intubado y no es necesaria una estructura especial”.
En cuanto a la falta de personal, Prados incide en que están en ello. “El personal del sistema de Salud es escaso. Se está haciendo un esfuerzo para traer personal capacitado en atender a este tipo de enfermos. Se ha hablado tanto de este hospital que cuando vienen, al principio, son suspicaces. Pero tardan poco en hacer equipo y ver que es un lugar muy bueno para desarrollar su vida laboral".
"Nosotros hacemos lo posible para que todos se sientan cómodos y vemos buenos resultados -añade- El problema es que no hay profesionales suficientes para cubrir una pandemia”. Y termina: “Me sorprende que todo lo que se ha dicho de que no hay medios, que la comida no es buena, las deficiencias en las infraestructuras, todo lo han dicho personas que ni siquiera han estado aquí”.