Julio y agosto son los meses elegidos por la mayoría de los madrileños para disfrutar de unas vacaciones necesarias y muy esperadas.
Hoteles, apartamentos turísticos y restaurantes se llenan ya de turistas deseando disfrutar de su merecido descanso a pesar de que la crisis económica este año ha influido negativamente en la economía de muchas familias.
Algunas familias no dudan en solicitar créditos personales para poder afrontar estos días de vacaciones.
En estas fechas se multiplica la oferta de créditos preconcedidos, pero las Asociaciones de consumidores advierten de los riesgos de este tipo de créditos rápidos.
El principal riesgo de estos créditos son la sencillez y la rapidez con las que podemos obtenerlos.
Patricia Suárez, presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros, recomienda comparar siempre diferentes ofertas antes de aceptar un crédito.
"Normalmente estos créditos preconcedidos son más caros que los que podríamos conseguir si los buscamos", advierte.
"No nos tenemos que dejar llevar por lo fácil" porque "a cambio de esa facilidad, vas a pagar más caro", afirma.
Suárez recomienda no recurrir a este tipo de créditos para pagar las vacaciones. "Tenemos que distinguir entre lo que realmente necesitamos y lo que deseamos", dice. "Endeudarnos para unas vacaciones no es una buena decisión".
Este tipo de créditos tiene unos intereses muy elevados y, "si dejas de pagar una cuota, los intereses se van recapitalizando", alerta.
Ahora mismo los intereses se sitúan en torno al 13%, lo cual supone un incremento del 2,75% respecto al año anterior.
Por este motivo, hay que tener especial cuidado cuando lo unimos a otros créditos, como pueden ser los hipotecarios.
Las tarjetas de crédito suponen todavía un mayor desembolso, ya que sus intereses se sitúan en torno al 25%.
"Pensemos para qué queremos el dinero, a qué plazo lo queremos y busquemos la fórmula que más se ajusta y no la primea que nos llega", recomienda.